viernes, 23 de diciembre de 2011

¿Quiere aprender un idioma extranjero?


¿Quiere aprender un idioma extranjero?

“¡Una cosa es decirlo y otra hacerlo!”, afirman muchos con relación al aprendizaje de un idioma extranjero, especialmente si ya han hecho el intento. Es cierto, aprender una nueva lengua tiene sus obstáculos, por no decir más, pero quienes lo han logrado dicen que vale la pena el esfuerzo.

EXISTE una multitud de motivos por los que la gente quiere aprender un nuevo idioma. Andrew, por ejemplo, tenía planes de ir de vacaciones a Francia, y deseaba poder conversar con la gente en el idioma del país. Guido nació en Inglaterra, pero es de ascendencia italiana. “Solo conocía un dialecto —explica—, de modo que quería hablar bien el italiano.” El hermano de Jonathan se mudó hace poco a otro país y se casó con una muchacha española. “Quería conversar con mis nuevos parientes en su lengua nativa cuando visitara a mi hermano”, dice Jonathan.

No obstante, el aprendizaje de un idioma extranjero puede reportar otros beneficios. “Me enseñó a tener empatía —señala Louise—. Ahora entiendo cómo se sienten las personas cuando llegan a un país donde se habla una lengua diferente de la suya.” Para Pamela, la utilidad fue más personal. Como se había criado en Inglaterra, sabía muy poco chino, el idioma que habla su familia. Así que ella y su madre se fueron distanciando. “No había mucha comunicación entre nosotras —confiesa Pamela—. Pero ahora que hablo chino hemos podido estrechar los lazos y ha mejorado nuestra relación.”

Ayudas para lograrlo

¿Qué se necesita para aprender un idioma extranjero? Una gran cantidad de personas que lo han logrado recalcan los siguientes factores.

Motivación. Hace falta un incentivo, es decir, una razón por la cual proseguir hacia la meta. Los estudiantes con mucha motivación por lo común progresan más.

Humildad. No sea demasiado exigente consigo mismo; los errores son inevitables, especialmente al principio. “La gente se va a reír —explica Alison—; por eso, hay que tener buen sentido del humor.” Valerie concuerda con ella: “Es una situación parecida a la del niño que está aprendiendo a caminar. Uno tropieza con frecuencia, pero hay que levantarse e intentarlo de nuevo”.

Paciencia. “Los primeros dos años fueron difíciles para mí, y a veces casi me di por vencido”, admite David. Con todo, reconoce: “Cada vez se hace más fácil”. Jill piensa de manera muy similar. “Uno no cree que ha progresado hasta que mira hacia atrás”, explica.

Práctica. Un programa de estudio le ayudará a adquirir fluidez en el nuevo idioma. Intente practicar todos los días, aunque sea solo unos minutos. Como dice un libro de texto, “es preferible poco con frecuencia a mucho pero rara vez”.

Instrumentos prácticos

¿Está listo para aceptar el desafío de aprender un nuevo idioma? Si así es, los instrumentos descritos a continuación pueden contribuir a su progreso.

Tarjetas pedagógicas. Cada una tiene escrita una palabra o una frase en el frente y la traducción en el reverso. Si no están a la venta donde usted vive, puede fabricarse su propio juego con tarjetas en blanco.

Casetes y vídeos educativos. Le permiten escuchar la pronunciación correcta del idioma. Por ejemplo, David adquirió nociones de japonés escuchando la grabación de un libro de frases para turistas mientras viajaba en el auto.

Programas informáticos interactivos. Algunos le permiten grabar la voz y comparar su pronunciación con la de los hablantes nativos.

Radio y televisión. Si en la zona donde vive hay programas de radio o televisión en la lengua que está aprendiendo, ¿por qué no los sintoniza y ve cuánto puede entender?

Revistas y libros. Trate de leer información en el nuevo idioma, pero asegúrese de que el nivel de dificultad no sea demasiado elevado ni demasiado bajo.

Cómo dominar el idioma

Por supuesto, tarde o temprano tendrá que dialogar con los que hablan esa lengua. Para ello, no necesita viajar a un país distante.

En cualquier caso, su objetivo debe ser aprender a pensar en el nuevo idioma, en vez de sencillamente traducir palabras o frases de su lengua materna. También le podría ser útil tratar de conocer un poco la cultura y las costumbres de la gente que lo habla. “No se puede aprender verdaderamente una lengua sin entender algo de las normas y los valores de su cultura”, explica el lingüista Robert Lado.

Una recomendación final: No se desanime si parece que su progreso es lento. Después de todo, es un proceso continuo. “Nunca termino de aprender —dice Jill, quien estudió lenguaje de señas hace veinte años—. El idioma siempre está evolucionando.”

De modo que, ¿quiere aprender un idioma extranjero? Si así es, prepárese para acometer una empresa ardua, pero al mismo tiempo muy recompensadora.

[Nota]

Para aumentar su vocabulario...

...compare su lengua materna con la que está aprendiendo


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